La situación política y económica mundial además de los efectos post pandemia, generaron un verdadero problema para el pago de deudas pendientes, pues muchas personas han afrontado verdaderas crisis financieras que les impiden cumplir con sus compromisos.
Los indicadores afirman que el índice de morosidad aumentó en un 7 % en el año 2020, llevando a una situación de endeudamiento que no permite mejorar la situación financiera de aquellas familias que tiene créditos o préstamos.
Índice
Formas de liquidar las deudas pendientes
Existen algunas formas de liquidar las deudas o de refinanciarlas, cuando resulta muy difícil pagarlas, dependiendo de la situación son adaptables a las necesidades de cada persona, las formas de hacerlo son las siguientes:
Reunificación de las deudas
También se conoce como refinanciamiento y consiste en agrupar todas las deudas en una sola, lo cual se logra a través de empresas especializadas y va dirigida a clientes que a pesar de que llevan el control de sus finanzas, necesitan pagar de forma mensual cuotas más pequeñas.
Negociando la deuda
Se refiere a la restructuración de las deudas, es decir, es el caso en el que se acude a la empresa acreedora para realizar una renegociación, su finalidad principal comúnmente es lograr extender el plazo de la deuda o rebajar los intereses.
Se enfoca principalmente en aquellos clientes con problemas para encaminar sus finanzas pero que tiene la intención de mejorar su situación económica.
Acudir a empresas especializadas en reparar deudas
Estas empresas elaboran un plan para liquidad las deudas basadas en la Ley de la Segunda Oportunidad, mediante la cual es posible declarar legalmente al cliente como insolvente, buscando una nueva oportunidad para el pago de la deuda.
Se dirige específicamente a aquellas personas en situación de insolvencia extrema, que no son capaces de elaborar un plan de ahorro para lograr salir de las deudas contraídas.
Sin embargo, no existe una fórmula exacta que lleve a las personas a cancelar de forma rápida sus deudas, sin embargo, se tiene opciones que permiten salir de ellas siempre y cuando se cumpla a cabalidad con cada una.
Los pasos que se pueden aplicar adaptándolo a la situación financiera de forma particular son los siguientes:
- Contar con el registro de toda la información financiera y llevar un registro de cada una de las deudas a pagar.
- Organizar los gastos y planificar una estrategia.
- Aplicar los diferentes métodos que existen para el pago de las deudas, como, por ejemplo, la bola de nieve o el efecto cascada.
- Priorizar las inversiones sobre las deudas de ser posible.
- Reducir los gastos que no sean significativos.
¿Cómo podemos salir de las deudas sin pedir un préstamo?
Aunque resulte imposible, se puede salir de las deudas sin necesidad de recurrir a un nuevo préstamo y esto es posible si se logra gestionar de forma correcta la economía familiar.
Sin embargo, existen una serie de consideraciones que deben tomarse en cuenta para organizarse y lograr el pago de las obligaciones.
Lo primero es saber lo que debemos
Para poder obtener un panorama claro y certero de la situación económica, es necesario conocer y calcular la cantidad exacta del dinero que se debe pagar mensualmente y de la deuda total.
Esto con la finalidad de crear un plan de pago que contenga diferentes estrategias para lograr cubrir las deudas.
Para ello es importante observar y determinar de forma detallada cuáles son los gastos fijos que se tiene para vivir, como, por ejemplo, la factura de luz, agua, gas y otros servicios; resaltando aquellos gastos que no son indispensables para de esta manera centrarnos en lo que realmente debe asumirse y elaborar una buena estrategia.
Lo recomendable es realizar una tabla indicando los ingresos mensuales del núcleo familiar (nómina y cualquier otro ingreso), los gastos de acuerdo con el grado de prioridad.
Es decir, gastos indispensables como hipoteca de vivienda o alquiler, transporte (gasolina o la letra), alimentación, servicios (agua, luz, gas, etc.) y otros gastos no esenciales como ropa, restaurantes, entre otros.
No acumules más pagos pendientes
Una vez analizada la situación económica y determinado los gastos esenciales y las deudas pendientes de pago, es vital no sumar una nueva deuda, pues esto podría colapsar la economía familiar y caer en bancarrota.
Para ello es importante asumir que se tiene deudas y estar conscientes de dos cosas; la primera es que no se deben evadir, por el contrario, deben enfrentarse con raciocinio y la segunda es que no se deben incrementar, pues lo que se busca es salir de ellas y tener solvencia económica para vivir sin presiones y disfrutando de una estabilidad financiera.
Mucho ojo con el uso de las tarjetas de crédito
Cuando se tiene tarjeta de crédito, normalmente el usuario queda en algún momento de su vida expuesto a gastos compulsivos y totalmente innecesarios, pues se hace fácil gastar en el momento y pagar después.
Se debe tener muy presente que el gasto compulsivo mediante el uso de la tarjeta de crédito puede producir una situación de insolvencia, debido a que en algún momento los intereses pueden ser demasiados y con el paso del tiempo convertir la deuda en una delicada situación financiera.
Para no tener tentaciones y conservarlas para una emergencia, el consejo es limitar la cantidad de dinero disponible, es decir, tener un monto que se pueda cubrir fácilmente sin alterar las finanzas cuyo efecto sea aumentar la deuda y que posteriormente no se puedan pagar con facilidad y bajo un presupuesto establecido.
Crea un fondo de emergencia o colchón financiero
Disponer de un fondo de emergencia, es decir, de un fondo de ahorro es esencial para protegerse ante situaciones imprevistas y es una buena opción para cubrir hacerle frente al pago de una deuda sin sumar una nueva.
Si bien es cierto que para algunas personas es bastante complicado lograr acumular dinero mes a mes para destinarlo a crear este fondo, lo ideal es establecerse una meta de ahorro y tratar por todos los medios de cumplirla, pues ello podrá aliviar cualquier carga de cualquier índole a futuro.
Lo importante es crear el hábito del ahorro a pesar de tener deudas, por ello se recomienda ponerse una meta para mantener la motivación, aunque sea muy pequeña pues esto llevará a tener el compromiso y buscar la manera de conseguir el dinero para crear el fondo de emergencia.
Crea una estrategia para cancelar todas tus deudas
Cuando las personas no son expertos en la materia y necesitan establecer una estrategia para pagar las deudas, existe actualmente una gran cantidad de información que puede ser útil para desarrollarla.
Lo primero es crear un registro de gastos, sonde se establezcan cuáles son prioritarios y cuales no, es decir, que se puedan prescindir de ellos.
Lo recomendable es realizar una tabla con información precisa respecto de cuánto dinero se debe, a quién se le debe, cuál es la cuota mínima mensual de pago de cada una de ellas y los intereses que generan cada uno de estos pagos.
Con este primer paso se podrá establecer la manera en cómo se comenzará a distribuir el dinero del hogar en el futuro, es decir, que se va a hacer y cómo se van a saldar las deudas pendientes de pago, pues se tendrá un panorama claro de los gastos e ingresos para posteriormente lograr la mejor distribución posible de ellos.
Otro punto para tener en cuenta es ordenar las deudas por fecha de vencimiento y pagar aquellas que estén próximas a llegar al tiempo de plazo y así sucesivamente hasta finalizar con todos los pendientes.
También se puede aplicar un efecto cascada y establecer como estrategia pagar aquellas deudas cuyos importes son menores en comparación con las demás hasta solventar todos los pagos que estén pendientes.
El establecimiento de cualquier estrategia, sin lugar a duda va a depender de la situación financiera y la necesidad de cada persona.
¿Qué deudas debemos pagar primero?
Lo primero que se debe determinar es que no todas las deudas tienen las mismas características no tienen las mismas consecuencias en caso de falta de pago o morosidad.
Por esta razón es necesario priorizarlas para evitar incomodidades o caer en situación de insolvencia financiera que pueda llevarnos a la bancarrota.
Lo primero que debe tomarse en cuenta, dependiendo de la necesidad y la solvencia económica de cada persona, son los créditos y conocer de forma detallada aspectos como: Tasas de interés, plazos de pago, tiempo restante para el vencimiento y el valor total de cada una de las deudas.
Una vez establecidas las prioridades basadas en la información y aplicando este criterio se deben clasificar en el siguiente orden:
Deudas con garantías de pago
Dentro de ellas las más comunes son los créditos hipotecarios y los créditos de vehículos, pues son las deudas que mayormente pueden llegar a afectar la tranquilidad y la estabilidad del núcleo familiar.
Deudas que puedan producir embargo de salario
Este tipo de obligación se refiere a pagos de cuotas por pensiones alimentarias o pago de impuestos, los cuales afectan directamente la liquidez y la posibilidad de adquirir otros compromisos, lo cual conlleva a que su falta de pago pueda empeorar aún más la situación financiera.
Deudas de servicios básicos
Si bien son prioritarios, por lo general pueden dar un mes o hasta dos meses de espera para pagarlos, lo importante es no tener un atraso mayor para no tener la restricción de cualquiera de ellos, es decir, no quedarnos sin servicios vitales como agua, luz o gas.
Deudas sin aval
Estas deudas no involucran de ninguna manera la perdida de bienes o salarios, entre ellas se encuentran la tarjeta de crédito, gastos de telefonía, créditos personales, entre otros. Sin embargo, pueden producir reportes negativos de crédito en las centrales de información lo que podría tener consecuencias a futuro en el historial crediticio.
Deudas con personas naturales
Normalmente son compromisos con familiares, amigos o conocidos que no cuentan con documentos escritos y sus pagos han sido pactado de manera verbal.
Lo que se recomienda es establecer comunicación con ellos, explicando la situación actual y lograr un acuerdo donde ambas partes se beneficien, ya sea acordando un nuevo plazo de pago o acordando una gratificación por el retraso de este.
¿En qué consiste el método bola de nieve?
El método de bola de nieve consiste en darle prioridad a aquellas deudas tomando como referencia la liquidación del préstamo más pequeño que se tenga, para que una vez liquidado se pueda destinar el dinero que se usaba para pagarlo en la siguiente deuda más pequeña y así sucesivamente hasta el pago de todos los compromisos financieros adquiridos.
Es decir, las deudas se clasificarán de menor a mayor y para aplicar este método, se recomienda seguir los siguientes pasos:
- Hacer una lista organizando la información de pagos, donde se especifique el monto total adeudado, la cuota mínima mensual que se paga en cada una de ellas y las fechas de vencimiento.
- Clasificar la lista de cuentas desde el menor monto adeudado hasta el mayor de ellos.
- Presupuestar más allá del mínimo, es decir, una vez que se hacen los pagos mínimos de todas las deudas pendientes, se deberá determinar una cantidad de dinero que se pueda destinar al pago mínimo mensual de la deuda más pequeña, para amortizar capital.
- Trasladar los pagos a medida que se va progresando, es decir, cuando se haya liquidado la deuda más pequeña, el dinero que se usaba para pagarla, se toma y se destina al pago de la siguiente deuda más pequeña y así sucesivamente hasta completar todos los pagos pendientes.
- Este método produce una gran motivación en las personas, pues se logran pequeños triunfos con el paso del tiempo hasta completar el fin último que no es otro que pagar todo lo que se debe y poder llegar a tener la estabilidad financiera deseada, teniendo claridad en que llevará un tiempo hacerlo, pero lo que cuenta es enfocarse en el objetivo principal sin agregar nuevas deudas que puedan añadir más tiempo del deseado para el pago de todos los compromisos financieros.
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